04 mayo 2018
El telón de ETA cae en
Cambo-les-Bains
Declaraciòn de Arnaga: "Es el
fin del último grupo armado en el continente" y "perduran heridas
profundas"
Invitados internacionales,
políticos nacionalistas vascos y de Podemos certifican la disolución de la
banda
Sesenta años después de nacer como "organización
revolucionaria de liberación nacional" vasca y casi justo 50 años después de
que, ya como banda armada, asesinara a su primera víctima -el guardia civil José Pardines Arcay-,
ETA ha dejado oficialmente de existir con un evento que ha levantado acta
de su disolución este viernes en el palacete de Arnaga, en la localidad
vascofrancesa de Cambo-les-Bains.
Ha sido el acto final de una despedida mediática y
escenificada por capítulos, que duraba desde el pasado 20 de abril y cuyo
culmen ha sido la lectura de la "Declaración de Arnaga", dos folios
de letra apretada con varias peticiones y ninguna condena. "Hará falta
espíritu de generosidad para curar las heridas", ha recitado Irati
Cuevas, de 29 años, vecina de Gernika elegida como voz joven y femenina para
leer la Declaración
en euskera.
El documento celebra que ETA "reconoce los
sufrimientos que ha ocasionado", y asegura que "aún están por
resolver asuntos importantes, como el de los presos y las
personas huídas".
La declaración admite que "heridas profundas
perduran: familias y comunidades permanecen divididas. Debe haber más esfuerzos
para reconocer y asistir a todas las víctimas". Es su única referencia a
los muertos.
Invitados internacionales
La disolución que ETA anunció este jueves ha sido
certificada por cinco observadores internacionales: el norirlandés Gerry Adams,
exlíder del Sinn Féin; el exjefe del gobierno irlandés Bertie Ahern; el
político mexicano Cuauhtémoc Cárdenas; Michel Camdessus, ex director del FMI, y
Jonathan Powell, que fue jefe del gabinete del primer ministro británico Tony
Blair. Todos, convocados por el Foro Social, la plataforma Bake Bidea y el
Grupo Internacional de Contacto del abogado surafricano Brian Currin.
A su invitación han acudido dirigentes de la
izquierda aberzale (a la cabeza, Arnaldo Otegi), del PNV (liderados por su
presidente, Andoni Ortúzar), de la rama vasca de Podemos, sindicatos y políticos
locales vascofranceses. No han estado -ni realmente se les esperaba- el
PP, el PSOE ni Ciudadanos, que tildan de acto propagandístico al evento de
hoy.
"Jornada histórica"
El acto ha comenzado con un minuto de silencio
"en honor de todas las víctimas de este conflicto”, ha dicho, oficiando de anfitrión, Jean
René Etchegaray, presidente de la Mancomunidad Vasca.
Después habló Brian Currin: “Hoy es un día de
celebración y de reflexión intelectual”. El surafricano propuso que “esta jornada del
4 de mayo sea su día para
todas las vascas y todos los vascos”.
En el turno de salutaciones, Powell ha sentenciado:
"Tendremos una Europa sin violencia política a partir de hoy". Y
Camdessus ha leído un mensaje del ex secretario general de la ONU , Kofi Annan, que
califica de "histórica" a una jornada que "se debería
celebrar en toda Europa".
Gerry Adams ha pedido al Gobierno que acerque a los presos
de ETA, y ha recordado que él mismo fue preso. "Cumplí mi pena, y para mi
familia habría sido muy distinto estar lejos o cerca", ha contado,
para insistir: "El enfado no es una política, y la venganza no es una
solución".
El mexicano Cárdenas ha terminado recordando que "los objetivos
por los que ha venido luchando el pueblo vasco siguen vivos" si
bien se ha producido "un cambio muy importante en la forma de
alcanzar esos objetivos".
El futuro
Han trufado los discursos las referencias a lo
"histórico" del día, y las alusiones al futuro. Las principales, de
la izquierda abertzale, que comienza a andar sin ETA, pero con un
"conflicto político que se va a mantener", ha dicho Otegi, porque
"esta vieja nación tiene derecho a decidir libremente su futuro".
A un futuro con "condenas que se seguirán
cumpliendo" ha aludido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una
declaración en la que ha adelantado que no se quiere ver solo en futuras
decisiones, o sea, que convocará al Pacto Antiterrorista.
De cara a esa reunión, dirigentes socialistas, con el
exlendakari Patxi López al frente, han abogado por revisar la política
penitenciaria, y también por combatir el blanqueo de la negra historia
de ETA. Lo ha resumido así la portavoz socialista en el Ayuntamiento de
Madrid, Purificación Causapié: "ETA no puede pretender construir un relato
de que hubo una guerra".
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