21 mayo 2018
Francia ha acercado al 30% de sus
presos etarras a Euskadi
Desde que el 20 de abril ETA hiciese público el comunicado
en el que reconocía el daño causado como paso previo a su disolución formal del
4 de mayo, el goteo de movimientos de sus presos ha continuado. Tres etarras
han sido excarcelados en España tras cumplir sus condenas. Otros cinco han
cambiado de prisión. Cuatro de ellos, en Francia. Dos, para ser extraditados a
Madrid. Los otros dos, acercados a una cárcel próxima a la frontera. El
Ejecutivo francés tiene ya el 30% de sus 51 presos etarras cerca de Euskadi,
frente al 10% de España.
Tras las últimas excarcelaciones y extradiciones, 294
etarras permanecen en prisión, según las estadísticas del Ministerio del
Interior. De ellos, 242 están recluidos en España (214 hombres y 28 mujeres),
51 en Francia (40 hombres y 11 mujeres) y uno en Portugal. Todos ellos
repartidos en 61 centros penitenciarios de los tres países. Las diferencias
entre los dos primeros países no se limitan, sin embargo, a las cifras totales,
sino que también afectan a la distribución. El Ministerio del Interior —que
recientemente recabó datos de 40 presos proclives a la reinserción— insiste
públicamente en mantener la dispersión. Así, de todos los encarcelados en
España, solo nueve figuran en cárceles de País Vasco y Navarra (varios en
régimen de semilibertad con pulseras de control telemático).
Otros 15 están en prisiones a menos de 350 kilómetros de
ambas comunidades: Logroño (1), Burgos (2), Soria (1), Palencia (1), Zuera (8)
y Valladolid (2). En total, 24, lo que representa el 10% del colectivo. En
Francia, donde el número de presos de ETA es una quinta parte, este porcentaje
se eleva al 30%: de los 51 internos, 16 están recluidos en las dos cárceles más
cercanas a la frontera española que dibujan los territorios de País Vasco y
Navarra. Son las prisiones de Lannemezan (10 etarras) y Mont-de-Marsan (6).
Además, 13 de ellos han sido acercados en los últimos tres meses, después de
que a finales de febrero el Gobierno de Emmanuel Macron pusiera en marcha una
nueva política penitenciaria que incluye acercar a aquellos etarras a punto de
cumplir sus condenas y que no estuvieran reclamados por España.
Los dos últimos acercamientos han sido los de Asier Barrero
y Luis Iruretagoiena. El primero, integrante del comando Vizcaya detenido en
Francia en 2009, estuvo hasta el 20 de abril en la cárcel de Poissy, a las
afueras de París. Ahora ocupa una celda en Mont-de-Marsan. Idéntico destino ha
tenido Iruretagoiena. De la prisión de Alençon, al norte del país —donde era el
único etarra recluido—, el 17 de mayo fue trasladado al mismo centro, que acoge
ya a seis etarras. Iruretagoiena fue detenido en Francia en 2007 y trasladado
en 2011 a
España para ser juzgado por el intento fallido de atentar en 2001 con un misil
contra el entonces presidente José María Aznar. Fue absuelto y fue devuelto a
Francia para cumplir la condena allí impuesta. En España, las únicas
variaciones este último mes han sido la excarcelación de los presos Iñigo
Albisu, Alfonso Sebastián y Sebastián Lasa tras cumplir íntegras sus condenas,
y tres movimientos: la extradición a España de Ugaitz Errazkin y Gorka Palacios
(ahora en la prisión de Soto del Real) y el traslado de un preso desde la de
Valdemoro (Madrid) a Morón (Sevilla).
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