La división vuelve a caracterizar los actos en recuerdo de las víctimas
de la matanza del 11-M
El décimo aniversario fue un espejismo. La unión que
se vivió en la catedral de La
Almudena , en el funeral de Estado presidido por los Reyes, de
las asociaciones de víctimas de la matanza del 11-M, los partidos y las
principales instituciones en un solo acto de recuerdo a los 192 muertos y 1.991
heridos no tuvo continuidad este año, caracterizado, una vez más, por la
división de las asociaciones y los políticos y por la dispersión de actos.
El undécimo aniversario del mayor atentado
terrorista sufrido en Europa desde la II Guerra Mundial se recordó también con un
funeral en La Almudena
celebrado por el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al que no acudió
representante alguno de la
Asociación 11-M, la mayoritaria, y homenajes, también por
separado, en el Bosque del Recuerdo, en el parque de El Retiro, y en la
estación de Atocha, donde los islamistas volaron en 2004 dos de los cuatro
trenes de cercanías.
A la misa acudieron representantes de la Asociación de Víctimas
del Terrorismo (AVT), el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el
presidente madrileño y la alcaldesa de la capital, Ignacio González y Ana
Botella; las candidatas del PP a ambas instituciones, Cristina Cifuentes y
Esperanza Aguirre, y una discreta representación de partidos de la oposición
madrileña.
Los mismos cargos públicos y candidatos del PP se
trasladaron después al Retiro, al homenaje organizado por la AVT , con la sustitución del
ministro del Interior por el de Justicia, Rafael Catalá, y la presencia de la
número dos de los populares, Dolores de Cospedal.
Un poco antes, junto a la estación de Atocha y
convocados por CC OO, UGT y la
Unión de Actores, se congregaron los responsables de la Asociación 11-M,
encabezados por su presidenta, Pilar Manjón, junto a responsables de PSOE, IU y
UPyD. No hubo representantes del PP ni del Gobierno ni de las instituciones
madrileñas. El PSOE fue la única formación representada al más alto nivel en
los actos de las víctimas, con la presencia en los dos de su líder, Pedro
Sánchez, y la asistencia en El Retiro del expresidente José Luis Rodríguez
Zapatero.
Aguirre pide saber «la verdad»
Los responsables políticos y sindicales presentes en
Atocha reclamaron que 2015 sea el último año sin un acto unitario en recuerdo
de los 192 fallecidos y Manjón culpabilizó de esta desunión al PP, por fomentar
«víctimas de primera y de segunda», y por no colaborar en «la unificación de
criterios para rendir tributo de forma conjunta». De hecho, acusó al PP de
«discriminación política y económica» a su organización y de tratar de
asfixiarla con el drástico recorte de ayudas del Ministerio del Interior y de
los ayuntamiento en los que gobierna.
Tanto la presidenta de la Asociación 11-M como la
de la AVT
reclamaron a las instituciones una actuación decidida contra el terrorismo
islamista, pero Ángeles Pedraza centró buena parte de su discurso en dejar
claro a Mariano Rajoy y a los partidos que no permitirá un «borrón y cuenta
nueva» para facilitar la desaparición de ETA. Las víctimas, advirtió, no
consentirán que su final «se escriba sin culpables», «sin vencedores ni
vencidos».
Pedro Sánchez centró sus declaraciones en la
necesidad de mantener la unidad de los demócratas contra «la barbarie» y
Esperanza Aguirre desempolvó las teorías conspirativas del 11-M al insistir,
pese a la existencia de una sentencia judicial, en que «la verdad (sobre los
atentados) tiene que saberse».
Opinión:
La presente opinión va a ser común en muchas de las noticias publicadas hoy. Y va a ser la misma opinión porque, aunque con algún matiz, la amplia mayoría de noticias destacan la "división" entre las victimas.
La presente opinión va a ser común en muchas de las noticias publicadas hoy. Y va a ser la misma opinión porque, aunque con algún matiz, la amplia mayoría de noticias destacan la "división" entre las victimas.
Con toda
sinceridad, y con todo el dolor, reconozco que esos titulares señalan una
situación real. Triste pero real. El único problema es que no parece haber
interés en entrar a estudiar o localizar los motivos que han llevado a esta
división.
A riesgo de ser
pesado, presento algunas reflexiones que he ido conociendo, contrastando y
comprobando en casi 28 años de asistencia integral a cientos de victimas del
terrorismo, con toda la variedad de opiniones que ello conlleva. Podrá
molestar, pero no me importa lo mas mínimo. Esta documentado.
En la década de
los ochenta solo existía una asociación a nivel estatal que agrupaba a cientos
de victimas del terrorismo, previo reconocimiento judicial y/o administrativo
de haber sido victima de un atentado. Se acercaba algún que otro impostor al
que elegantemente se le invitaba a dar media vuelta y marcharse por donde había
venido. Esa postura de control real y directo de los nuevos miembros que iban
ingresando se ofreció una imagen de seriedad que la sociedad española agradecía
constantemente. De hecho, creo que entonces nadie apagaba la televisión cuando
se hablaba de "victimas del terrorismo". Siguió siendo así en la
década de los 90 porque, pese a los intentos de algunos, desde aquella antigua
AVT continuamos desmarcados del uso, utilización y manipulación partidistas.
Para algunos
altos mandatarios, no fuimos una asociación dominable, maleable y mucho menos
utilizable. Y ahí empezaron a pulular algunos que intentaban infiltrarse (pese
a no tener el reconocimiento como víctima) consiguiendo tiempo después hacerse
con el control gracias al respaldo político de ciertas siglas. Como es lógico y
a partir de ese momento, tal respaldo traería ciertas contrapartidas de uso y
manipulación del dolor ajeno.
Por ello, cuando
ahora se habla de división entre víctimas, me surgen muchas preguntas a las que
espero respuesta por parte de otras ”víctimas” o representantes de víctimas.
Ahí van algunas y que cada cual extraiga sus
respuestas:
Es imposible
hablar de unidad cuando desde algunas representaciones de víctimas (supuestas o
no), se dicen cosas como que
1) sería una
alegría la muerte del etarra Bolinaga,
2) se procede a
insultar en un acto oficial al Presidente de la Audiencia Nacional ,
3) se organizan
manifestaciones supuestamente “contra ETA” para aprovechar a recoger firmas
contra el Estatuto de Cataluña,
4) se presentan
las secuelas de otras víctimas como si fueran las propias,
5) no existe
interés alguno en localizar a cientos de personas que constan en sentencias,
6) se utilizan
actos de supuestos homenajes para lanzar diatribas y mensajes de ideologías
partidistas concretas,
7) se utilizan
homenajes a víctimas del terrorismo yihadista para lanzar mensajes contra otros
tipos de terrorismo,
8) se insulta a
los magistrados por tomar decisiones concretas mientras se esconde a la opinión
pública las actividades personales y/o familiares realizadas por parte de quien
lanza esos insultos,
9) se limita a
las administraciones pertinentes la realidad de los listados de algunas
asociaciones,
10) se permite
la duplicidad (o hasta la sextuplicidad) de ciertas personas (víctimas o no) en
diferentes asociaciones al mismo tiempo,
11) se procede
al intercambio de información personal de las propias víctimas para crear
nuevas asociaciones,
12) se culpa a
ciertas administraciones de no subvencionar a ciertas asociaciones cuando lo
cierto es que algunas asociaciones no justifican los gastos realizados,
13) se procede
al descrédito constante de las instancias judiciales cuando las sentencias no
agradan a los supuestos representantes,
14) se preparan
actos reivindicativos con argumentos u objetivos que jamás son consultados
previamente a los miembros pertenecientes a algunas asociaciones concretas,
15) se ofrece el
respaldo a ciertos políticos y se desacredita a otros, incluso de un mismo
partido,
16) se firman
declaraciones en las que se toman clarísimos posicionamientos ideológicos y
políticos sin consultar a los miembros de la asociación correspondiente sobre
la idoneidad de apoyar tales declaraciones,
17) se amenaza
con que “si no hay justicia habrá venganza”
18) se exige la
salida inmediata de España de diversas organizaciones europeas o transeuropeas,
19) se exige la
inmediata expulsión de España de seres humanos ciudadanos (documentados o no),
20) se utilizan
actos oficiales para lanzar mensajes de ideologías concretas, en la mayoría de
los casos fundamentados en las propias opiniones de los supuestos
“representantes” de “las” víctimas…
Prefiero dejarlo
aquí para no cansar al lector o lectora… pero ¿se entiende la razón por la que
existe división entre víctimas? Sinceramente, es lógico haber llegado a esta
situación cuando en España existen hasta 20 asociaciones de víctimas distintas…
fruto sin duda alguna de aquella repugnante utilización que algunos y algunas
iniciaron allá por el año 2002…
Pata terminar,
unas preguntas mas… ¿en quién debería recaer la responsabilidad de tal
división? ¿quién fue el estratega para llegar al momento actual? ¿ a quién le
interesó, desde el sector político, que existiera tal situación?
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