jueves, 12 de marzo de 2015

12 marzo 2015 La Rioja (opinión)

12 marzo 2015 



La división vuelve a caracterizar los actos en recuerdo de las víctimas de la matanza del 11-M




La AVT advierte de que no permitirá un «borrón y cuenta nueva» en el fin de ETA y Pilar Manjón denuncia que el PP busca asfixiar a su asociación
El décimo aniversario fue un espejismo. La unión que se vivió en la catedral de La Almudena, en el funeral de Estado presidido por los Reyes, de las asociaciones de víctimas de la matanza del 11-M, los partidos y las principales instituciones en un solo acto de recuerdo a los 192 muertos y 1.991 heridos no tuvo continuidad este año, caracterizado, una vez más, por la división de las asociaciones y los políticos y por la dispersión de actos.
El undécimo aniversario del mayor atentado terrorista sufrido en Europa desde la II Guerra Mundial se recordó también con un funeral en La Almudena celebrado por el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al que no acudió representante alguno de la Asociación 11-M, la mayoritaria, y homenajes, también por separado, en el Bosque del Recuerdo, en el parque de El Retiro, y en la estación de Atocha, donde los islamistas volaron en 2004 dos de los cuatro trenes de cercanías.
A la misa acudieron representantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el presidente madrileño y la alcaldesa de la capital, Ignacio González y Ana Botella; las candidatas del PP a ambas instituciones, Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, y una discreta representación de partidos de la oposición madrileña.
Los mismos cargos públicos y candidatos del PP se trasladaron después al Retiro, al homenaje organizado por la AVT, con la sustitución del ministro del Interior por el de Justicia, Rafael Catalá, y la presencia de la número dos de los populares, Dolores de Cospedal.
Un poco antes, junto a la estación de Atocha y convocados por CC OO, UGT y la Unión de Actores, se congregaron los responsables de la Asociación 11-M, encabezados por su presidenta, Pilar Manjón, junto a responsables de PSOE, IU y UPyD. No hubo representantes del PP ni del Gobierno ni de las instituciones madrileñas. El PSOE fue la única formación representada al más alto nivel en los actos de las víctimas, con la presencia en los dos de su líder, Pedro Sánchez, y la asistencia en El Retiro del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Aguirre pide saber «la verdad»

Los responsables políticos y sindicales presentes en Atocha reclamaron que 2015 sea el último año sin un acto unitario en recuerdo de los 192 fallecidos y Manjón culpabilizó de esta desunión al PP, por fomentar «víctimas de primera y de segunda», y por no colaborar en «la unificación de criterios para rendir tributo de forma conjunta». De hecho, acusó al PP de «discriminación política y económica» a su organización y de tratar de asfixiarla con el drástico recorte de ayudas del Ministerio del Interior y de los ayuntamiento en los que gobierna.
Tanto la presidenta de la Asociación 11-M como la de la AVT reclamaron a las instituciones una actuación decidida contra el terrorismo islamista, pero Ángeles Pedraza centró buena parte de su discurso en dejar claro a Mariano Rajoy y a los partidos que no permitirá un «borrón y cuenta nueva» para facilitar la desaparición de ETA. Las víctimas, advirtió, no consentirán que su final «se escriba sin culpables», «sin vencedores ni vencidos».
Pedro Sánchez centró sus declaraciones en la necesidad de mantener la unidad de los demócratas contra «la barbarie» y Esperanza Aguirre desempolvó las teorías conspirativas del 11-M al insistir, pese a la existencia de una sentencia judicial, en que «la verdad (sobre los atentados) tiene que saberse».


Opinión:

La presente opinión va a ser común en muchas de las noticias publicadas hoy. Y va a ser la misma opinión porque, aunque con algún matiz, la amplia mayoría de noticias destacan la "división" entre las victimas.
Con toda sinceridad, y con todo el dolor, reconozco que esos titulares señalan una situación real. Triste pero real. El único problema es que no parece haber interés en entrar a estudiar o localizar los motivos que han llevado a esta división.
A riesgo de ser pesado, presento algunas reflexiones que he ido conociendo, contrastando y comprobando en casi 28 años de asistencia integral a cientos de victimas del terrorismo, con toda la variedad de opiniones que ello conlleva. Podrá molestar, pero no me importa lo mas mínimo. Esta documentado.

En la década de los ochenta solo existía una asociación a nivel estatal que agrupaba a cientos de victimas del terrorismo, previo reconocimiento judicial y/o administrativo de haber sido victima de un atentado. Se acercaba algún que otro impostor al que elegantemente se le invitaba a dar media vuelta y marcharse por donde había venido. Esa postura de control real y directo de los nuevos miembros que iban ingresando se ofreció una imagen de seriedad que la sociedad española agradecía constantemente. De hecho, creo que entonces nadie apagaba la televisión cuando se hablaba de "victimas del terrorismo". Siguió siendo así en la década de los 90 porque, pese a los intentos de algunos, desde aquella antigua AVT continuamos desmarcados del uso, utilización y manipulación partidistas.

Para algunos altos mandatarios, no fuimos una asociación dominable, maleable y mucho menos utilizable. Y ahí empezaron a pulular algunos que intentaban infiltrarse (pese a no tener el reconocimiento como víctima) consiguiendo tiempo después hacerse con el control gracias al respaldo político de ciertas siglas. Como es lógico y a partir de ese momento, tal respaldo traería ciertas contrapartidas de uso y manipulación del dolor ajeno.

Por ello, cuando ahora se habla de división entre víctimas, me surgen muchas preguntas a las que espero respuesta por parte de otras ”víctimas” o representantes de víctimas.

 Ahí van algunas y que cada cual extraiga sus respuestas:

Es imposible hablar de unidad cuando desde algunas representaciones de víctimas (supuestas o no), se dicen cosas como que

1) sería una alegría la muerte del etarra Bolinaga,
2) se procede a insultar en un acto oficial al Presidente de la Audiencia Nacional,
3) se organizan manifestaciones supuestamente “contra ETA” para aprovechar a recoger firmas contra el Estatuto de Cataluña,
4) se presentan las secuelas de otras víctimas como si fueran las propias,
5) no existe interés alguno en localizar a cientos de personas que constan en sentencias,
6) se utilizan actos de supuestos homenajes para lanzar diatribas y mensajes de ideologías partidistas concretas,
7) se utilizan homenajes a víctimas del terrorismo yihadista para lanzar mensajes contra otros tipos de terrorismo,
8) se insulta a los magistrados por tomar decisiones concretas mientras se esconde a la opinión pública las actividades personales y/o familiares realizadas por parte de quien lanza esos insultos,
9) se limita a las administraciones pertinentes la realidad de los listados de algunas asociaciones,
10) se permite la duplicidad (o hasta la sextuplicidad) de ciertas personas (víctimas o no) en diferentes asociaciones al mismo tiempo,
11) se procede al intercambio de información personal de las propias víctimas para crear nuevas asociaciones,
12) se culpa a ciertas administraciones de no subvencionar a ciertas asociaciones cuando lo cierto es que algunas asociaciones no justifican los gastos realizados,
13) se procede al descrédito constante de las instancias judiciales cuando las sentencias no agradan a los supuestos representantes,
14) se preparan actos reivindicativos con argumentos u objetivos que jamás son consultados previamente a los miembros pertenecientes a algunas asociaciones concretas,
15) se ofrece el respaldo a ciertos políticos y se desacredita a otros, incluso de un mismo partido,
16) se firman declaraciones en las que se toman clarísimos posicionamientos ideológicos y políticos sin consultar a los miembros de la asociación correspondiente sobre la idoneidad de apoyar tales declaraciones,
17) se amenaza con que “si no hay justicia habrá venganza”
18) se exige la salida inmediata de España de diversas organizaciones europeas o transeuropeas,
19) se exige la inmediata expulsión de España de seres humanos ciudadanos (documentados o no),
20) se utilizan actos oficiales para lanzar mensajes de ideologías concretas, en la mayoría de los casos fundamentados en las propias opiniones de los supuestos “representantes” de “las” víctimas…

Prefiero dejarlo aquí para no cansar al lector o lectora… pero ¿se entiende la razón por la que existe división entre víctimas? Sinceramente, es lógico haber llegado a esta situación cuando en España existen hasta 20 asociaciones de víctimas distintas… fruto sin duda alguna de aquella repugnante utilización que algunos y algunas iniciaron allá por el año 2002…

Pata terminar, unas preguntas mas… ¿en quién debería recaer la responsabilidad de tal división? ¿quién fue el estratega para llegar al momento actual? ¿ a quién le interesó, desde el sector político, que existiera tal situación?

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