23 marzo 2015
La falsa boda
de Setmarian, el fundador de Al Qaeda en España
Mustafá obtuvo la nacionalidad
española gracias a un matrimonio de conveniencia
Nadie creyó la amenaza yihadista
La treta se escenificó el 10 de julio de 1985 en el
Registro Civil de Madrid adonde acudió un tipo pelirrojo, de ojos verdes, uno
setenta de altura, barba elegante, tez clara y aspecto occidental, acompañado
de Pilar Toledo, una joven turolense de 29 años. Firmaron los documentos, se
besaron y no volvieron a verse hasta tres años después en que fueron convocados
para firmar las actas de su separación y divorcio, una disolución matrimonial
que se produjo el 11 de noviembre de 1988.
Aquel joven sirio era Mustafá sSetmarian, Abu Musab al Asuri— fundador
de Al Qaeda en España y número cuatro de la organización hasta la muerte de
Osama Bin Laden— el hombre que fundó la semilla de la yihad en España y
extendió la ideología salafista de la que surgieron las primeras células
yihadistas locales dedicadas, entonces, al reclutamiento, financiación y envió
de muyahidines a Bosnia, Chechenia y Afganistán.
El jefe de Al Qaeda, por cuya
cabeza ofreció el FBI cinco millones de dólares, obtuvo la nacionalidad
española gracias a este falso matrimonio, según investigaciones de la Comisaría General
de Información de la Policía
a las que ha tenido acceso EL PAÍS. Su falsa esposa desconocía sus intenciones:
lograr un permiso de residencia y más tarde la nacionalidad para moverse como
pez en el agua por Europa.
Las fotografías que hizo públicas la pasada semana la Fiscalía de Nueva York
demuestran que el sirio-español no mentía cuando en otoño de 2001 anunció a sus
seguidores que se había despedido con un beso y un abrazo de Bin Laden en las
cuevas de Tora Bora (Afganistán) y que el emir le había encargado diseñar la
nueva yihad: la bomba sucia, la guerra química y bacteriológica. Los
norteamericanos acababan de invadir Afganistán como respuesta a los ataques del
11-S, el mayor golpe contra EE UU desde Pearl Harbor.
El falso matrimonio de Setmarian no
se improvisó. El 23 de mayo de 1985— primer dato documentado de su presencia en
España—, Nabil Al-Abdalla, un árabe nacionalizado español, se puso en contacto
en Madrid con la abogada María Montalvo para trasladarle los datos de "un
amigo" llamado Mustafá Setmarian que tenía intención de casarse con una
española. La letrada se ocupó de tramitar la documentación. Años más tarde
Mustafá volvió a contactar con ella para simular la farsa de su divorcio y,
también, para obtener su nacionalización. "No tuve ninguna sospecha de que
fuera un matrimonio amañado. No los conocía de nada. Me limité a preparar los
documentos. Yo llevaba los papeles no a las personas. Vino a través de un tal
Nabil, un hombre árabe que creo que se dedicaba a la exportación de
pieles", afirma la letrada.
Mustafá no apareció en España por casualidad. El
pelirrojo, natural de Alepo (Siria) e hijo de Abdulkader y Zalikha, un maestro
y un ama de casa, compaginaba su militancia en los Hermanos Musulmanes con sus
estudios universitarios de ingeniería cuando el Gobierno de Hafed al Asad,
padre del actual presidente sirio, sitió en 1982 la ciudad de Hama e inició una
implacable persecución a los adeptos a esa corriente fundada en Egipto por el
profesor Hassa al Banna.
El sirio huía junto a otros muchos
islamistas de ese movimiento rigorista que proclama que "el islam es la
solución". Desde Siria se refugiaban en Jordania y luego elegían algún
país europeo donde asentarse y reiniciar su actividad clandestina.
Su matrimonio con Pilar le sirvió
de salvoconducto. Un mes después de su falsa boda viajó a Francia y el 10 de
agosto la embajada de España en París le concedió un visado de 30 días, aunque
al día siguiente regresó atravesando la frontera de Irún (Guipúzcoa) en
dirección a Madrid y el día 13 solicitó un certificado de antecedentes penales
en el Ministerio de Justicia para obtener la residencia. Ese mismo año se
matriculó en la Escuela
de Idiomas en Madrid, donde conoció a Helena Moreno, su verdadero amor, y de
nuevo regresó a París, según reflejan visados del Consulado español en esa
ciudad.
En enero de 1987, dos años después de su llegada a
España, Abu Musab al Asuri volvió a entrevistarse con la abogada María Montalvo
para que le gestionara la tramitación de su nacionalización lo que hizo
mediante un escrito dirigido al Ministerio de Justicia. "No lo recuerdo.
Tramité decenas de nacionalidades de extranjeros. No me llamó la atención por
nada", asegura la letrada. El 23 de octubre de ese mismo año Setmarian logró
su objetivo: la
Dirección General de los Registros y del Notariado le
concedió la nacionalidad.
El 17 de febrero de 1988 Mustafá
obtuvo su DNI español número 50.852.875 y unió las dos palabras de su apellido
en una. La dirección que figura en el documento es el número 58 de la calle
Hacienda de Pavones, en el madrileño barrio de Moratalaz a tiro de piedra del
domicilio de Helena, la joven de 24 años a la que había conocido en la Escuela de Idiomas y con
la que se casó el 29 de mayo de 1989, una ceremonia a la que no asistieron los
padres de ella. “Tu hija ya estudiaba el islam antes de conocerme”, le esgrimió
un día a su suegro, un trabajador de fábrica. “Eso es mentira. Mi hija era
agnóstica y de izquierdas. Tú la has metido en esto”, le respondió.
Los informes de la policía desvelan
los nombres de los testigos de aquella boda en una mezquita de Madrid: Adnan
Fallaha y Fajer Kalaje, este último un sirio con el que la pareja residió años
más tarde en Islamabad (Pakistán) y que murió combatiendo en 1991 en Afganistán.
Una muerte de la que su familia hizo responsable a Mustafá “ por haberle
embuido el radicalismo y fanatismo islamista”, según la policía.
El periplo de la pareja
Madrid-Granada-Londres-Kabul dejó cinco hijos y terminó junto a Bin Laden en
las cuevas de Tora Bora. Mustafá fue detenido en 2005 en Pakistán y entregado a EEUU. Desde entonces permanece desaparecido. “No sé donde está”, afirma Helena desde
el país árabe en el que reside.
Opinión:
Con toda la información que siempre se dice tener
sobre los movimientos radicales en España, todavía estoy esperando que se informe
sobre si se han iniciado los trámites para exigir a EEUU que diga donde se
encuentra este individuo. Aunque tampoco me fío mucho de de que exista interés
en hacerlo... quizás tiene algunas cuentas pendientes desde 1985...
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