17 marzo 2015
El etarra
Lasarte podrá vivir junto a sus víctimas
Sólo ha cumplido
19 de los casi 400 años de condena
El etarra Valentín Lasarte, que ayer salió de prisión tras cumplir casi 19 de los casi 400 años de cárcel a los que fue condenado –entre otros por el asesinato de Gregorio Ordóñez– no tiene ningún impedimento judicial para vivir en el mismo municipio donde residan algunas de sus víctimas. Al ex miembro del “comando Donosti” no se le impuso orden de alejamiento alguna en sus condenas, pues no fue hasta diciembre de 2005 cuando
Extinguida su condena, se podría repetir por tanto
la situación que se vivió en mayo de 2013, cuando el arrepentido Lasarte pasó
uno de sus polémicos permisos penitenciarios en el municipio navarro de Lodosa.
Y es que en el cuartel de la
Guardia Civil al que el etarra debía acudir a firmar por
orden judicial prestaban servicio tres agentes que fueron víctimas de un
atentado perpetrado por el “comando Donosti”, al que pertenecía Lasarte. La
resolución judicial le obligó entonces a disfrutar de ese permiso fuera del
País Vasco para no herir a sus víctimas, una restricción que ahora, una vez ha
extinguido ya su condena, no le atañe.
Fue la humillante situación que tuvo que afrontar
Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto –obligada a convivir con el asesino de su
marido, que abrió una cristalería en un local de su mismo edificio, en
Azcoitia– la que hizo reaccionar a la Justicia.
Alertado por el entonces Alto Comisionado de Apoyo a
las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, el en esas fechas fiscal
general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ordenó el 19 de diciembre de 2005 a la Fiscalía de la Audiencia Nacional
que incluyese esta medida en sus peticiones de condena a los miembros de ETA.
Un alejamiento que impuso por primera vez unos días después la Audiencia Nacional
al etarra Diego Ugarte López de Arkaute en la condena a más de 100 años de
prisión por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta.
Las sorprendentes imágenes de Lasarte, hace un par
de años y en el curso de un permiso penitenciario, llegando al cuartel de la Guardia Civil de
Lodosa con su mujer y un bebé en cochecito, como si fuera un ciudadano normal,
que no hubiera participado en atentados contra otros cuarteles de la Guardia Civil , no se
repitieron sin embargo ayer, cuando el asesino de Gregorio Ordoñez y de
Fernando Múgica fue puesto en libertad.
Natural de San Sebastián, hace veinte años que no
vuelve a su ciudad natal, ya que en los permisos penitenciarios se le obligaba
a mantenerse a distancia de sus víctimas y eligió la localidad navarra de
Lodosa para pasar unos días con su mujer y su hijo, concebido en prisión.
Lasarte tiene en común con otros compañeros de “comandos” terroristas el haber
formado una familia mientras estaba en la cárcel, lo que le permite reconstruir
su vida al salir en libertad como si las condenas a cientos de años de cárcel
fueran una anécdota del pasado.
No estaba previsto ningún recibimiento a Lasarte.
Este preso etarra es considerado por ETA un “disidente”, por sus críticas a la
continuidad de la “lucha armada”. A pesar de ello, nunca colaboró con la Justicia. En un
juicio en 2014, evitó incriminar a su ex compañero de “comando” Juan Ramón
Carasatorre, alias “Zapata”, en el asesinato del brigada del Ejército Mariano
de Juan Santamaría el 10 de abril de 1995, alegando haber olvidado detalles del
atentado, ya que había «dejado atrás esa etapa» de su vida.
Con siete asesinatos sobre sus espaldas, Lasarte
lleva años expulsado de ETA, organización de la que formó parte muy activamente
al mando de quien fuera jefe “militar” a mediados de los noventa, Javier García
Gaztelu, “Txapote”. Fue uno de los primeros presos de ETA que aceptaron un
puesto de trabajo en la cárcel en contra de las consignas de la banda
terrorista.
La libertad de Lasarte fue duramente criticada, no
sólo por las víctimas, especialmente la hermana de Gregorio Ordóñez, sino
también por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien se mostró
disconforme con las consecuencias de la derogación de la “doctrina Parot”,
porque “a algunos – dijo– les ha salido cada asesinato por nueve o diez meses
de cárcel”.
Opinión:
Para empezar, recordar que la prohibición de
acercarse a “sus” víctimas impuesta a algún miembro de ETA no fue por primera
vez en el caso que ocupa esta noticia. Quizás la lectura de la sentencia de
Hipercor en 1989 podrá ofrecer mas información a los especialistas que escriben
sobre estos temas.
Otro dato: la propuesta que planteó Don Gregorio
Peces Barba (con el Don delante aunque moleste a ciertas víctimas ignorantes de
la realidad) vino como consecuencia de una reunión que mantuve con el en Madrid
en el que le comenté que ya en aquella sentencia se hablaba de la prohibición
de volver a Barcelona en un cierto periodo de años tras la puesta en libertad.
Y para terminar con el asunto (al menos por ahora)
de las condenas cumplidas y los promedios por cada una de las víctimas.... una
pregunta: cuando estemos aproximadamente en el año 2034... ¿volveremos a hablar
de la salida, en ese caso, de los autores del los atentados del 11M? Si están
condenados a 42.000 años de cárcel y pese a lo duro que sea verles en la
calle... ¿alguien volverá a sacar el tema a nivel partidista o electoral?
Espero que para entonces, en los colegios enseñen a
los futuros españolitos ciertas nociones de legislación y de Códigos Penales...
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