25 marzo 2015
Un cauce de reinserción en vía muerta
Socialistas y PNV ven factible retomar tras las elecciones la ‘fórmula
Nanclares’
El Gobierno de Mariano Rajoy ha liquidado las vías para los etarras
arrepentidos
La reacción
crítica de los ministros del Interior, Jorge Fernández, y de Justicia, Rafael
Catalá, a la excarcelación por cumplimiento de condena de Valentín Lasarte ha
sido la última descalificación del Gobierno de la llamada vía
Nanclares de
reinserción de presos etarras, puesta en marcha en 2007 y que hoy está prácticamente muerta. Tan solo recoge a nueve
presos desvinculados de ETA —18 de los 27 que llegaron a integrarla han sido
excarcelados por cumplimiento de condena— y carece de horizonte en las
previsiones del actual Gobierno del PP. Socialistas y peneuvistas, así como el
Ejecutivo vasco, se muestran críticos con su desmantelamiento por parte de La Moncloa y creen que, tras
las elecciones generales, si cambia la relación de fuerzas, se reeditará esta vía o algún modelo, no muy distinto, de política de reinserción de presos.
Valentín Lasarte cumplió condena
de acuerdo con el anterior Código Penal, por el que fue juzgado, lo que le
permitió redimir pena —hasta 11 años de 30— por buen comportamiento y trabajos
en prisión. Fue expulsado de ETA en 2010 por romper con la banda. Fernández y
Catalá, lejos de alegrarse por la reinserción social de un etarra, se limitaron
a lamentar que Lasarte —con dos asesinatos y complicidad en otros dos de gran impacto mediático: los de Gregorio ordóñez y fernando Múgica— hubiera salido tan pronto
de prisión al beneficiarse del antiguo Código Penal.
Jesús Loza, vicepresidente de la Fundación Buesa ,
excomisionado para la
Convivencia del Gobierno vasco de Patxi López e impulsor de
la vía Nanclares, señala que la actitud de ambos sigue la
pauta de “firmeza” del Gobierno del PP, que también se opone sistemáticamente a la concesión de permisos de salida (18 días cada seis meses y tras
cumplir buena parte de la condena y determinadas condiciones) a los presos de
esta vía, arrepentidos de su pasado sangriento.
Pero también sistemáticamente los
jueces aplican la legislación y desoyen a la fiscalía. En esta etapa, de 13
reclusos de la vía Nanclares que han solicitado
permisos de salida, los jueces se los han concedido a 12. En febrero se repitió
la historia con los presos Ibon Etxezarreta y Joseba Urrusolo.
Con la llegada del PP a La Moncloa , en diciembre de
2011, el Gobierno liquidó, también, la aplicación del artículo 100.2 del
Reglamento de Instituciones Penitenciarias, que permitía la salida de presos arrepentidos a trabajar y regresar a pernoctar.
También terminó con los encuentros
restaurativos entre presos y víctimas. El último se celebró en julio de 2012,
precisamente entre Lasarte y Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, asesinado
por un comando en el que participaba el
exetarra. Asimismo, el Gobierno ha impedido una y otra vez que los presos de la vía
Nanclares, desvinculados
de ETA, hagan pública su autocrítica, pese a ser invitados para ello en actos
institucionales. A Carmen Giuisasola se
le prohibió, a última hora, asistir a un congreso de víctimas del terrorismo, al
que había sido invitada por el Gobierno vasco de Patxi López. También le
sucedió a Urrusolo en otro acto organizado por una Fundación de Víctimas del
Terrorismo.
En julio, Urrusolo participó en
su debate en la cadena SER en el que ofreció un repaso autocrítico a su pasado
terrorista, en presencia de víctimas, profesores y jueces. “Me siento
responsable de todas las víctimas, no sólo de las que he causado”, dijo
Urrusolo. Como consecuencia de su intervención, fue sancionado por
Instituciones Penitenciarias y se le denegaron los permisos.
El excomisionado para la Convivencia del
Gobierno vasco de Patxi López se muestra crítico con estas prohibiciones. “Los
presos de ETA que han hecho autocrítica de su pasado y, sobre todo, los que han
tenido importantes responsabilidades en la banda terrorista, como Urrusolo y
Guisasola, son un potente altavoz para la deslegitimación de ETA para las
generaciones jóvenes. También les supone un alivio a las víctimas escuchar su
petición de perdón. No entiendo cómo un Gobierno puede obstaculizar estas
iniciativas cuando debía potenciarlas”.
También se muestra muy crítico
con el desmantelamiento de la política de reinserción por parte del Ejecutivo. “La reinserción está recogida en la Constitución. Como
dice Reyes Mate, un terrorista que mata se deshumaniza y cuando reconoce el
daño causado se rehumaniza. No hay más que ver la diferencia de cómo salen de
la cárcel los presos acogidos a la vía Nanclares y los que no”. Loza destaca cómo estos
presos, pese a los obstáculos del Gobierno, se han mantenido firmes en sus
principios, “lo que demuestra que su opción fue sincera y nada oportunista”. Y está
convencido de que “más pronto que tarde se retomará esta vía u otra de carácter
similar porque es el cauce que marca el espíritu de la ley y la convivencia”.
El secretario de Paz y
Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, valora la vía
Nanclares como “muy
importante” y cree que el futuro pasa por restaurar una vía que “encauce a los
presos que se distancien de modo autocrítico de su pasado violento y que
disponga de un apoyo asistencial a la reinserción”.
Opinión:
Solo espero y deseo fervientemente que nadie mas
sufra lo que en mi familia ya sufrimos en 1987. Y no me refiero solamente al
atentado como tal sino al abandono posterior y la desidia también sufridos. Y
también al hecho de haber aceptado el encuentro que, a propuesta del Gobierno
central, mantuve con el etarra Rafael Caride Simón en junio de 2012.
Pero también espero y deseo que no surja ningún
desgraciado que utilice como “argumento falaz” el hecho del no avance en el
final del terrorismo la pasividad que se intuye desde ciertas instancias
judiciales y políticas.
Quizás si algo ocurre habrá que exigir mas
responsabilidades a mucha gente. Sobre todo a aquellos a los que solo les importa
e interesa (para utilizarlas cuando les conviene) la opinión de ciertos
sectores de víctimas, generalmente compuestos por gente con muy poca
experiencia en este mundillo pero que permiten el uso partidista cuando les
conviene, bien sea a esos sectores o a ciertas siglas políticas concretas.
Haciendo este uso, olvidan a otras muchas víctimas,
cada vez mas numerosas, que pensamos de otro modo al impuesto como “oficial”,
sobre todo desde que ETA reconoció su derrota con el comunicado de octubre de
2011.
Algunos no aprenden nunca.
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