sábado, 28 de marzo de 2015

27 marzo 2015 El Periódico de Catalunya (opinión)

27 marzo 2015




Se busca al fiscal Robin español
Enric Hernández. Director








Con la tragedia aérea de los Alpes, Francia ha dado al mundo una verdadera lección de transparencia en la gestión de crisis François Hollande, tan cuestionado en el país vecino, compareció en público poco después del siniestro para manifestar su consternación por la catástrofe y su solidaridad con las víctimas, informar con rigor de los escasos datos contrastados a aquellas horas y preparar el terreno para el peor de los escenarios: "No se esperan supervivientes." Durante toda la jornada del martes fluyó la información por boca del titular de Interior y del primer ministro, Manuel Valls, cuya enigmática cautela al no descartar ninguna hipótesis, tampoco la terrorista, se entiende mejor a la luz de las revelaciones de la caja negra del Airbus 320 de Germanwings.

Pero lo que asombró al mundo entero fue la claridad expositiva y la honestidad intelectual exhibidas este jueves por Brice Robin, fiscal de Marsella y máximo responsable de la investigación. Robin fue el encargado de desvelar, primero a los familiares de las víctimas y luego al mundo entero, la escalofriante causa del siniestro: el copiloto, Andreas G. Lubitz, se encerró en la cabina aprovechando una salida del comandante e inició la operación de pérdida de altura hasta estrellar el avión contra las rocas alpinas. Ni fallo mecánico, ni atentado, ni error humano: matanza deliberada.

¿Separación de poderes?

La comparecencia del fiscal, que en Francia ejerce el papel de instructor reservado en España a los jueces, nos sorprendió aún más por la tradicional opacidad de la justicia española. En estos lares los jueces instructores apenas hablan; dictan autos o filtran intenciones. Y de las detenciones que ordena la justicia y ejecuta la policía no informan sus señorías, sino el Gobierno. Huelga decir que el padre del ilustrado principio de la separación de poderes, el barón de Montesquieu, era francés, no español.
No, aquí somos más de la confusión entre poderes e intereses --véase Acebes y sus «dos líneas de investigación» del 11-M--, de atar corto a los fiscales y de desplazar a los jueces que hurgan donde no debieran. ¿Existirá un fiscal Robin español?

Opinión:

Absolutamente de acuerdo con el articulo del amigo Enric Hernandez. En muchos representantes de diversos colectivos se echa en falta algo tan humano y elemental como la empatía...
También en el colectivo judicial he vivido situaciones traumáticas, del mismo modo que me he encontrado con excelentes personas. Por ello creo que lo de la separación de poderes en algunas ocasiones depende de las presiones que lleguen desde arriba.


No hay comentarios:

Publicar un comentario