18 junio 2017
Sentido homenaje a
las víctimas de Hipercor
El Ayuntamiento
organiza por primera vez un acto en recuerdo a los fallecidos en el atentado de
1987 y sin parlamentos políticos
Este lunes, mañana, se cumple en Barcelona una triste efeméride con el 30 aniversario del atentado de ETA en Hipercor, que provocó 21 muertos y 45 heridos. Para homenajear a las víctimas, el Ayuntamiento organizó un modesto y emotivo acto en el Parque de Can Dragó, justo donde se encuentra el monolito que recuerda a los muertos de aquel atentado. Durante el memorial, acompañado de música y danza, los familiares pudieron realizar una ofrenda a las víctimas.
Es la primera vez que el Ayuntamiento organiza un acto
institucional para rendir homenaje a las víctimas del atentado de Hipercor,
perpetrado en 1987 por ETA. Sin embargo, para ceder precisamente el
protagonismo a los familiares de las víctimas, no hubo parlamentos políticos.
Así, el acto constó de una suerte de “performance” con juegos de espejos y un
piano como telón de fondo. Las familias depositaron objetos en cada una de las
21 sillas vacías que se colocaron como recuerdo a los ausentes. El acto terminó
con una lluvia de pétalos rojos sobre el monolito. Además, el Ayuntamiento ha
instalado un atril explicativo del atentado ante los almacenes de Hipercor, en
la avenida Meridiana. La propuesta pretendía generar una interacción y una
identificación entre los ciudadanos y las víctimas ya que el ataque fue
directamente contra la población y sólo contra la población, por lo que
cualquier persona podría haber estado ese día en el lugar de los hechos.
Al finalizar el acto, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau,
visiblemente emocionada, dedicó un tiempo a escuchar y a hablar con los
familiares de las víctimas, que le agradecieron que el foco del homenaje fuera
para las personas y no en para los discursos de los políticos. Es el caso de
Alberto Güell, que perdió a su madre en el atentado de Hipercor cuando sólo
tenía 13 años, y que destacó que «los familiares de las víctimas echábamos de
menos un acto así en el que los políticos se queden a un lado, en un segundo
plano». Quien más quien menos ha dejado claro que, pese a los años pasados, el
recuerdo de lo que ocurrió aquel 19 de junio de 1987 todavía está muy vivo y
que el dolor aflora cuando se tira la vista atrás.
Además de los regidores del Ayuntamiento, asistieron la ceremonia el director general de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, en representación de
Para preparar el acto, el comisionado de Programas de
Memoria, Ricard Vinyes, se ha reunido con cada una de las familias afectadas y,
entre todos, decidieron el programa del memorial, celebrado ante el monolito
que recuerda las 21 personas que perdieron la vida durante el ataque
terrorista.
En diciembre, se estrenará una exposición en el recinto de la Fabra i Coats, comisariada
por el periodista Francesc Valls, con motivo de la efeméride. La muestra
narrará los hechos y el contexto histórico en que se produjo la explosión del
coche bomba colocado por el comando Barcelona de ETA. La propuesta quiere
profundizar en el conocimiento del atentado y poner de manifiesto la falta de
acompañamiento y apoyo que han sentido las víctimas y los familiares durante
estos 30 años.
El Gobierno,
Opinión:
Todo ha transcurrido como debía, como estaba coordinado
tras muchos meses de trabajo. Contactos personales en visitas domiciliarias o vía
telefónica con las familias de las víctimas asesinadas y envío de invitaciones
a los heridos. Muchas de las familias de las víctimas mortales han tenido la
oportunidad de escuchar personalmente en la Plaça sant Jaume las disculpas por parte del
Ajuntament de Barcelona, reconociendo que como administración no han estado a
la altura. Otras víctimas, por su avanzada edad, lo han escuchado personalmente
en sus propios domicilios.
Familiares de 20 de las 21 víctimas mortales han
participado activamente en el homenaje y mas de 30 de los heridos hemos estado
a su lado. Los comentarios posteriores han demostrado el agradecimiento por un
acto que al no contar con la participación de políticos ha sido un acierto. Los
únicos protagonistas del homenaje hemos sido los destinatarios: las víctimas
del atentado de Hipercor…
Pese a las llamadas a la suspensión del acto lanzadas, ha
quedado absolutamente demostrado que todos los asistentes estábamos de acuerdo en
que el acto era cualquier cosa excepto “grotesco”, confiando en la excelente
calidad del homenaje coordinado por la dramaturga Angels Aymar, con quien ha
sido un inmenso honor colaborar y comprobar que desde el sentimiento y la
solidaridad se consiguen grandes metas.
La opinión de Alberto Guell era compartida desde el
agradecimiento y la cordialidad: «los familiares de las víctimas echábamos de
menos un acto así en el que los políticos se queden a un lado, en un segundo
plano».
Más claro imposible.
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