19 junio 2017
Hipercor,
el mayor crimen de ETA
El atentado de la
banda, con 21 muertos y 45 heridos, hizo aflorar la decadencia del terrorismo
http://politica.elpais.com/politica/2017/06/18/actualidad/1497806670_627626.html
“Estaba en la carnicería del Hipercor
sirviendo. Oí un ruido muy seco. Se abrió el suelo y del techo empezó a caer
agua hirviendo. Mi recuerdo más vivo es el olor a carne quemada. El coche-bomba
estalló en la planta inmediatamente inferior, a metro y medio de donde estaba.
Subía humo del boquete y, aunque herido, pude salir”. Así recuerda Roberto
Manrique el atentado de Hipercor de Barcelona, el mayor crimen de la historia
de ETA, con 21 muertos y 45
heridos, tras la explosión de un Ford Sierra, cargado con 30 kilos de amonal y 100 litros de gasolina,
cometido un viernes a las 16.30, del que este lunes se cumplen 30 años.
Manrique, superviviente con secuelas, destaca que “lo mejor
es que ETA no repetirá otro Hipercor porque se acabó”. Representante durante
años de las víctimas del terrorismo en Cataluña, recuerda cómo hasta 2007, 20
años después del atentado, no fue el Gobierno a los actos conmemorativos.
Alfredo Pérez Rubalcaba, exministro del Interior, que representó al Gobierno en
2007 señala: “El del Hipercor fue el atentado más sangriento y cruel de ETA y
nos pareció necesario, en un aniversario tan emblemático, reparar a sus
víctimas”. Este 30 aniversario Gobierno y Generalitat así como el Ayuntamiento
de Barcelona han organizado
sendos homenajes.
Según Rubalcaba, ministro del Interior con el cese
definitivo de ETA, el crimen de Hipercor marcó un “punto de inflexión en la
lucha antiterrorista” al “remover las conciencias y acelerara la unidad
antiterrorista contra ETA con los pactos de Madrid y Ajuria Enea, referencias
básicas hasta su final”.
Cuando ETA atentó en el Hipercor, en 1987, tras diez años
de democracia, dominaban el desconcierto y la desunión en el combate
antiterrorista. “Las actuaciones ilegales contra ETA deslegitimaban la acción
policial, Francia colaboraba por debajo de sus posibilidades con España y el
nacionalismo democrático creía poco en las soluciones policiales y apostaba por
la negociación política”, recordaba el exvicelehendakari Ramón Jáuregui, en el
25 aniversario.
El atentado de Hipercor alteró esta situación con los
pactos de Madrid y Ajuria Enea, suscritos pocos meses después. “El atentado
indiscriminado de Hipercor evidenció el totalitarismo de ETA ante la opinión
pública vasca. El nacionalismo democrático empezó a calificarla de terrorista y
participó, por vez primera, en un frente democrático con los no nacionalistas.
Empezó el aislamiento de ETA y Batasuna”, señala José Luis Zubizarreta, asesor
del lehendakari Ardanza (PNV), que concitó el Pacto de Ajuria Enea.
Por vez primera, nacionalistas y no nacionalistas
respaldaron la acción policial contra ETA y rechazaron que el final del
terrorismo pasara por cesiones políticas a la banda. El pacto solo contemplaba
un posible diálogo con ETA para el desarme y sus presos. Puso las bases del
final de ETA, recalca Rubalcaba.
El carácter unitario del Pacto de Ajuria Enea estimuló la
movilización contra ETA. “Su unidad hizo que en su primera convocatoria, en
1989, pidiendo el cese de la violencia, lograra la mayor concentración, hasta
entonces, contra ETA. La de 1997, por el secuestro de Miguel Ángel Blanco fue
superior. Le quitó a Batasuna la calle y agravó su aislamiento social”,
recuerda Zubizarreta.
El respaldo social a las Fuerzas de Seguridad aumentó su
eficacia. También influyó en que Francia permitiera la presencia policial
española en su suelo lo que intensificó su eficacia. Cuatro años después era
detenida la cúpula etarra en Bidart (Francia).
El atentado de Hipercor generó la primera gran crisis en la
izquierda abertzale. El abogado Txema Montero, recién elegido eurodiputado por
HB, condenó el atentado y fue expulsado. Txomin Ziluaga, líder del principal
partido de la izquierda abertzale, exigió a ETA que “se tomara unas
vacaciones”. Al poco fue expulsado con un centenar de militantes. ETA admitió
que el Pacto de Ajuria Enea “estaba logrando atacarles con una violencia y
unidad nunca vistas y obteniendo un reconocimiento social”.
ETA tardaría aún 25 años en declarar su cese definitivo.
Pero la conmoción del atentado de Hipercor puso los cimientos de su final y
marcó su decadencia. Los datos son elocuentes: De 1978 a 1987, el año de
Hipercor, ETA asesinó a 497 personas; de 1988 a 1997, 196, un 60% menos.
Los etarras participantes fueron detenidos a los tres
meses. Su principal responsable, Santiago Arróspide, sigue en prisión. Rafael
Caride, arrepentido, saldrá próximamente, tras casi 30 años. Josefa Ernaga
salió hace dos, tras cumplir 27 años de cárcel, y Domingo Troitiño, tras
cumplir 26.
Opinión:
Le agradezco a Luis R. Aizpeolea el interés mostrado (y la constante persecución realizada) para publicar este excelente artículo. Es muy provechoso remontarse a tiempos lejanos para comprender las consecuencias del atentado en Hipercor y entender que la labor desempeñada en aquellos años tan duros por unos pocos (víctimas, abogados, psicólogos) ha aportado los resultados que ahora se pueden comprobar….
Le agradezco a Luis R. Aizpeolea el interés mostrado (y la constante persecución realizada) para publicar este excelente artículo. Es muy provechoso remontarse a tiempos lejanos para comprender las consecuencias del atentado en Hipercor y entender que la labor desempeñada en aquellos años tan duros por unos pocos (víctimas, abogados, psicólogos) ha aportado los resultados que ahora se pueden comprobar….
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