21
agosto 2017
Los familiares de la zaragozana
fallecida en Cambrils: "Nos hemos sentido bastante solos"
La familia de la fallecida
zaragozana se queja de la falta de información y asistencia al llegar a
Tarragona, donde no se les ofreció ni alojamiento ni los servicios de un
psicólogo.
La familia de Ana María Suárez, la única fallecida
hasta ahora en el atentado de Cambrils, asegura haberse sentido bastante sola
en sus primeras horas en Tarragona. Amigos y familiares continúan en el Hospital Juan
XXIII, donde Roque Oriol, marido de Ana María, sigue en la unidad de cuidados intensivos
con pronóstico grave. Sus hermanos Jesús y Mari Carmen, que llegaron a
Tarragona el viernes por la tarde, no recibieron ningún tipo de atención
psicológica. Tampoco les facilitaron un
lugar donde dormir. "Tuvimos que hacerlo en el hospital. Intentamos
reservar una habitación en varios hoteles, pero estaban todos ocupados",
explicó él.
Ambos lamentan que, hasta ayer, la atención a las
víctimas se centrase en el centenar de personas que resultaron heridas en Las
Ramblas de Barcelona.
Manuel Andaluz, amigo de la familia, fue especialmente claro. "Han estado
abandonados", manifestó.
Los familiares también criticaron una cierta
"falta de información" en las últimas 48 horas. Aseguraron que, al menos hasta
ayer, los datos les habían ido llegando con cuentagotas. "Todo está bajo secreto de sumario", afirmó
otro de los familiares consultados. Aclaró, en todo caso, que la atención
médica que están recibiendo sus seres queridos hospitalizados está siendo
excelente.
Según
explicaron, Roque Oriol sigue grave en la uci, aunque en las últimas horas, de
acuerdo con su hermano Jesús, ha
evolucionado "favorablemente". "Está sedado y con
tubo de oxígeno", indicó. La hermana menor de la zaragozana fallecida,
Alicia, también continúa mejorando, aunque lo hace en el hospital de San Pablo
y Santa Tecla. "Ella sí está consciente", comentó ayer.
La
previsión es que la recuperación de su hermano Roque sea "lenta". Así
se lo hicieron saber los médicos a los familiares desplazados hasta Tarragona,
que permanecieron en el entorno del hospital en todo momento. Por ahora
desconocen cuándo podrá despertar, aunque descartan que vaya a ser trasladado a
otro centro hospitalario de Aragón.
Llamada vespertina
Hasta
ayer por la mañana, Jesús y sus allegados no habían recibido ninguna llamada
por parte de las autoridades aragonesas o catalanas. Tanto él como el resto de
familiares habrían agradecido un mayor apoyo durante sus primeras horas en
Tarragona. Su situación, no obstante, cambió a media tarde. Se da la
circunstancia de que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
Dolors Montserrat, visitó el viernes por la tarde el Hospital Universitario
Juan XXIII. Lo hizo acompañada del ‘conseller’ de Salud de la Generalitat de
Cataluña, Toni Comín, y del secretario general de Sanidad del Ministerio,
Javier Castrodeza. Pero cuando estos se interesaron por las víctimas del
atentado, los familiares de los aragoneses heridos en el atropello todavía
estaban viajando en AVE hasta allí, de ahí que no llegaran a coincidir.
Con quien sí pudieron hablar a lo largo de la tarde
de ayer fue con el secretario de Estado para las Administraciones
Territoriales, el
aragonés Roberto Bermúdez de Castro, quien quiso trasladarles sus condolencias
por la muerte de Ana María Suárez y ofrecerles su ayuda para lo que puedan
necesitar en estos duros momentos. De hecho, parece que ya se han hecho algunas
gestiones con la Delegación
del Gobierno en Cataluña para agilizar la entrega del cuerpo de la fallecida.
Por
la mañana, Jesús y los suyos tampoco sabían si tendrían que seguir durmiendo en
el hospital o podrían conseguir una alternativa. La solución también llegó por la tarde, aunque, esta vez, de la mano de
Cruz Roja. "Mi hijo ha estado hablando con ellos y nos han
conseguido habitación en un hotel", aseguró.
A
partir de hoy, tratarán de ir turnándose para arropar a Roque y Alicia y, a la
vez, ir cerrando todos los trámites necesarios para que el cuerpo de Ana María
Suárez pueda ser enterrado en Zaragoza a la mayor brevedad.
Homenaje en Cambrils
El
entorno del Club Náutico de Cambrils, donde tuvo lugar el atentado que le costó
la vida a Ana María, siguió siendo ayer un hervidero de turistas, Mossos y
medios de comunicación. Los primeros, a modo de homenaje, iniciaron a escasos
metros del punto en el que se produjo el atropello un pequeño ‘altar’ que, a
buen seguro, continuará creciendo en las próximas horas.
Ayer por la tarde podía verse en el suelo un gran
ramo de flores acompañado por varias velas de diferentes tamaños y un globo blanco en el que
alguien había escrito a mano ‘I love Cambrils’. Fueron varias las personas que
quisieron sumarse e inmortalizar este gesto, similar al que se ha visto en las
últimas horas en Las Ramblas de Barcelona.
Opinión:
Tras un día muy duro en hospitales y en el CUESB, escribo esta opinión
a las 01:45 de la madrugada del domingo al lunes. En unas horas y por propia
iniciativa, en Cambrils estarán un grupo de psicólogos coordinados por mi
compañera en la asistencia a víctimas del terrorismo Sara Bosch. Lo hemos
cerrado todo esta misma tarde y algún día, espero que no muy lejano, podremos
explicar de quien surge la iniciativa desde Cambrils para realizar el
acompañamiento y la asistencia que merecen TODAS las víctimas.
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