09 julio 2017 (08.07.17)
«La disolución de ETA
se dará cuando los presos digan que ya no son de la banda»
Después de medio año y 20.000 kilómetros
recorridos a lo largo y ancho del País Vasco, el delegado del Gobierno central
en Euskadi, Javier De Andrés, hace balance de sus seis meses de gestión. Hoy,
reconoce que el escenario entre los ejecutivos de Urkullu y Rajoy es distinto a
cuando accedió al cargo, y pone en valor los acuerdos alcanzados durante este
periodo. Un entendimiento PNV-PP que confía mantener en el tiempo, aunque
también admite que habrá asuntos en los que, de momento, será poco probable
entenderse, como atender a la reclamación por parte del Gobierno Vasco de las
transferencias pendientes si el Ejecutivo autonómico no se ciñe a lo que dicta la Constitución y el
Estatuto vasco.
–Acaba de cumplir
seis meses al frente de la delegación del Gobierno en Euskadi. ¿Qué balance
hace?
–Hace seis meses
todavía no se sabía cómo se iba a poder gestionar la legislatura, pero en medio
año se ha consolidado el Gobierno de Rajoy.
–¿Percibe hoy una relación más cercana entre
las instituciones?
–Sí. Hay una colaboración que antes no existía.
Indudablemente, ha cambiado el clima y ahora estamos en una fase diferente en
la que hay una disposición al acuerdo y a atender los problemas del ciudadano.
–¿Y qué nota le
pondría a su relación con las instituciones, especialmente con el Gobierno
Vasco?
–Todo es susceptible de mejorar, pero creo que la
calificación es de notable. Cualquier cosa que he necesitado con solo descolgar
el teléfono hemos podido resolverlo, y me veo con muchísima frecuencia con los
diputados generales, alcaldes y consejeros vascos.
–¿Cómo ve la relación
PNV-PP después de los acuerdos presupuestarios?
–Entre el PP y el PNV hay muchas diferencias, pero realmente
tenemos unos retos que son comunes y las soluciones tienen que conciliarse. Y
eso está contribuyendo a que haya una colaboración estrecha.
–¿No será la falta de
mayoría absoluta del PP en el Gobierno central lo que ha propiciado un
acercamiento al Ejecutivo de Urkullu?
–De la misma manera que el hecho de que el PNV no tenga
mayoría absoluta aquí. Seguramente si la coalición PNV-PSE tuviera mayoría y no
requiriera el apoyo del PP tampoco hubiese sido tan fácil buscar acuerdos.
–¿Hablamos de una relación puntual o espera
que el deshielo entre ambos ejecutivos se extienda en el tiempo?
–A mí me parece que sería buenísimo que hubiera una buena
relación. Pero eso pasa por reconocerse mutuamente la capacidad de gestión y
las competencias que nos corresponden a cada uno. Aquí ha habido un problema, y
es que ha existido una cierta intolerancia del nacionalismo a las competencias
que el Estado ejerce en el País Vasco. –¿Sigue
existiendo esa intolerancia a la que hace referencia?
–Sí. Hay cosas que, sistemáticamente, no se aceptan. Desde
cuestiones de Defensa a asuntos de crimen organizado... Muchos ámbitos.
Particularmente, los que tienen un mayor simbolismo del Estado en Euskadi, pero
tenemos que ir superando eso y aceptar el marco que tenemos en su integridad.
–El PNV ya ha
adelantado que en la próxima negociación presupuestaria esta vez sí hablará de
política y reclamará las transferencias pendientes.
–Queremos sacar esas cuentas adelante y el PNV es una pieza
necesaria, pero no suficiente, porque no dan la mayoría absoluta. Pero, desde
luego, el PNV es una pieza relevante con la que queremos seguir manteniendo una
buena relación y poder llegar a un acuerdo presupuestario.
–¿Y en cuanto a la reclamación de las
transferencias pendientes? ¿Qué precio está dispuesto a pagar el PP para contar
con el apoyo del PNV?
–Dentro del ámbito constitucional y estatuario vamos a
poder entendernos. La cuestión que ha tenido bloqueadas algunas transferencias,
como la de la
Seguridad Social –que es la más importante–, era el propó-
sito del Gobierno Vasco y del ámbito nacionalista para que se fracturara la
caja única. Y claro, en esos términos no iba a ser posible llegar a un acuerdo,
y hoy en día tampoco lo sería si el Ejecutivo autonómico lo plantea igual.
–¿Y las otras dos
cuestiones? ¿La transferencia de Prisiones y la de Ferrocarriles?
–La de Prisiones es especialmente delicada en este momento.
Además, ya está transferida la seguridad, la educación y la sanidad de las
prisiones, lo que quedaría sería la gestión de inmuebles. Hay que tener en
consideración que esta competencia tampoco está en manos del Gobierno de
España, sino del Poder Judicial. Es decir, a efectos de si un preso pasa de
segundo a tercer grado a quien corresponde es a la Administración de Justicia.
Respecto a la competencia de Ferrocarriles, ahí también nos tenemos que atener
a lo que dice la
Constitución y el Estatuto. Si se plantea en esos términos
será posible un acuerdo, si no, no.
–Usted ha declarado
que ve «poca ambición» en la bilateralidad del PNV. ¿A qué se refiere?
–Lo que quiero decir con eso es que los vascos tenemos que
aspirar a mucho más que estar simplemente en un ámbito de bilateralidad. A lo
que tenemos que aspirar es a ser parte constituyente, decisoria y determinante
en el conjunto de España. Eso me parece mucho más ambicioso.
–¿Cuáles son entonces
las líneas rojas que el Gobierno central no está dispuesto a traspasar?
–A lo que no vamos a renunciar es a que haya un sistema de
solidaridad nacional.
–Supongo que a falta
de un acuerdo sobre qué hacer con los presos de ETA, la transferencia de
Prisiones se antoja aún más complicada.
–Es que los presos de ETA no son presos condenados por un
tribunal superior de justicia del País Vasco, sino que son presos de la Audiencia Nacional
que tienen unas circunstancias especiales, y eso va a seguir siendo así haya
transferencia o no.
–¿Hay margen para
acercar a los presos de ETA a cárceles vascas?
–El margen de aproximación de los presos está, en primer
lugar, en manos de los propios presos. Lo que tienen que hacer para poder
aprovechar sus beneficios penitenciarios es abandonar a la banda terrorista. Es
decir, dejar de ser presos de ETA. Y esa es una decisión que tienen que tomar
individualmente.
–Hace seis meses le
pregunté si creía que ETA iba a ser una organización desarmada. Hoy tenemos
otro escenario...
–¿Y qué le dije entonces?
–Que ETA no podía
prolongar por mucho más tiempo su situación.
–Pues eso. Creo que, efectivamente, el proceso de ETA es
seguir cumpliendo las líneas que le marca el Estado, y es lo que está haciendo,
aunque con una extraordinaria lentitud.
–¿Qué le sugiere que
el 73% de los presos de ETA hayan aceptado seguir la hoja de ruta marcada por
el EPPK y explorar beneficios penitenciarios?
–Me parece que es lo que tienen que hacer. Tienen que seguir
en esa línea y avanzar mucho más todavía, porque deben abandonar el control que
ejerce sobre ellos la banda terrorista. –Medio año después, entonces, la
pregunta es si cree que ETA acabará por disolverse.
–Es que ETA donde está es en las cárceles. ETA no son los
seis o diez individuos que están por ahí en un apartamento en Francia. ¿Esa
gente que está en la cárcel va a tomar la decisión de disolver de verdad ETA? Lo
que tienen que hacer esas personas que están en prisión es un proceso de
reinserción individual.
–Aunque el ministro
Zoido haya rechazado un cambio en la política penitenciaria, hay dirigentes de
su partido que han afirmado que si ETA se disuelve, además de que la política
penitenciaria cambiará, se acercarán los presos.
–Eso lo dijo Borja Sémper y luego se matizó él a sí mismo.
–Lo asegura más de un
dirigente...
–¿Y qué es exactamente lo que dicen?
–Que si ETA anuncia
su disolución la política de dispersión cambiará.
–Ojalá toda la gente de ETA que está en la cárcel diga que
ya no es de ETA, eso es la verdadera disolución. Y, efectivamente, si eso se
produce, las cosas van a ser distintas. Porque si seis activistas que están en
Francia dicen que ETA se disuelve pero resulta que tengo 200 en España que
dicen que son de ETA y que, además, no van a cejar en su empeño y en sus
reivindicaciones y su orgullo de pertenecer a una organización terrorista, ETA
seguirá estando ahí.
–El propio Aitor
Esteban (PNV) desveló que «altas esferas» del Ejecutivo central asumen que hay
que flexibilizar la situación.
–Eso no lo entiendo yo muy bien. ¿Qué es eso de ser más
flexibles? ¿Más flexible con qué? Este tema, desde luego, está fuera de la
negociación política, y lo que tendría que hacer el Gobierno Vasco es centrarse
en lo verdaderamente importante, que es que estas personas se desmarquen de la
organización terrorista y asuman un proceso personal de reinserción.
–Y, en términos
políticos, ¿cree que al PP le podría beneficiar un acercamiento de presos
pactado con un PNV que no aboga por la ruptura?
–Este es un tema que compete a la Administración del
Estado, no es un asunto que se vaya a negociar ni con el Gobierno Vasco ni con
el PNV. Aquí han habido aspiraciones de que hubiera negociación permanente con
la banda terrorista, se ha pedido flexibilización y tolerancia para entrar en
el chantaje de ETA, y el PP ha mostrado una posición de firmeza del Estado
democrático, que es el modelo que ha resultado exitoso.
–Durante el pacto de
Lizarra el Gobierno de Aznar llegó a acercar a cárceles vascas a más de un
centenar de presos...
–Cuando se han producido esos fenómenos siempre han estado
relacionados con la actitud que tiene cada uno de los presos de ETA. Está
clarísimo que no hubo negociación con ETA ni acceso al chantaje.
–Usted, como delegado
del Gobierno, ¿ha pensado en reunirse con la izquierda abertzale?
–No me han pedido ninguna cita y la verdad es que no tengo
muchos temas que hablar con ellos. Otra cosa es que un alcalde de EH Bildu me
pida una gestión de Adif, por ejemplo, entonces hablaré con él.
–¿Le parece justa la
petición de 50 años de prisión que ha solicitado la Fiscalía para los jóvenes
de Alsasua?
–Es una posición que ha adoptado el fiscal, pero, en
cualquier caso, es simplemente una propuesta que luego tendrá su revisión en un
juicio. Después vendrá la parte de la defensa, que seguramente también
insatisfaga a muchos otros. –¿Qué opina sobre el hecho de que el alcalde de
Errenteria, Julen Mendoza (EH Bildu) pidiera perdón a las familias de tres
asesinados por ETA? –El acto que tuvo lugar en el Ayuntamiento pone en
evidencia el papel y la complicidad absoluta que ha tenido el mundo de la
izquierda nacionalista con la banda terrorista, y el daño que ha causado la posición
política de EH Bildu y Batasuna. Creo que se revela la responsabilidad que ha
tenido la izquierda radical en todo este proceso.
–Hemos visto a lo
largo de este tiempo cómo se ha retirado el recurso contra la OPE de la Ertzaintza , sin
embargo, parece que el Gobierno de Rajoy no está dispuesto a dar vía libre a la
ley de abusos policiales. ¿Es que al PP le cuesta reconocer a estas víctimas?
–A quien corresponde identificar a una víctima de la
violencia que se ha podido perpetrar desde el Estado o de cualquier otro tipo
es a la Administración
de Justicia. Nadie entendería que un ayuntamiento del País Vasco, por ejemplo,
empezara a hacer reconocimientos de víctimas del Gobierno Vasco, ni de la Ertzaintza... Eso
corresponde a los jueces. ¿Quién es víctima? Y, consecuentemente, ¿quién es
victimario? ¿Quién es el responsable penal? Eso no lo puede decidir una
comisión organizada por una consejería. Lo que hay que hacer es apelar a la
justicia y crear un modelo judicial en el cual tengas garantías jurídicas.
Opinión:
La pregunta es tipo Clearasil… directa y al grano…
–Durante el pacto de Lizarra el Gobierno de Aznar llegó a
acercar a cárceles vascas a más de un centenar de presos...
–Cuando se han
producido esos fenómenos siempre han estado relacionados con la actitud que
tiene cada uno de los presos de ETA. Está clarísimo que no hubo negociación con
ETA ni acceso al chantaje.
Ahora pregunto… ¿en qué quedamos? ¿Se acercaron terroristas
durante el Gobierno de Aznar o no? ¿Eran 300? ¿Se le preguntó a los 300 cual
era su actitud? ¿Renunciaron a la violencia para obtener el traslado y nadie se
enteró? ¿Las víctimas de estos 300 tuvieron conocimiento de lo que estaba
ocurriendo?
Señor de Andrés ¿dónde estaba Usted cuando todo esto estaba
pasando? Mejor dicho ¿cree Usted que puede desinformar de esta manera? ¿alguien
le va a desautorizar o seguiremos con los inventos durante más tiempo?
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