23 julio 2017
Laura Martín,
viuda de García Goena: "Hay un manto de impunidad con los GAL"
Mañana se cumplen 30 años del asesinato del objetor de conciencia y su
Laura sigue empeñada en conocer la verdad sobre el último atentado de la banda
terrorista nacida de las cloacas del Estado, en que se haga justicia, aunque
siente impotencia por lo poco que se ha avanzado en esos objetivos.
La vida de Laura Martín se quebró el 24 de julio de 1987.
Aquel día, una bomba lapa colocada en los bajos del coche segó la vida de su
marido, el joven objetor de conciencia Juan Carlos García Goena. Tres
décadas después sigue esperando un reconocimiento público por parte del que
fuera presidente del Gobierno en aquel momento, el socialista Felipe González, y
de la cúpula del Ministerio del Interior, directamente implicada en los GAL,
la banda terrorista que asesinó a Juan Carlos. Y espera conocer la verdad y que
se haga justicia.
¿En qué momento se encuentra el sumario del
asesinato de su marido?
Se reabrió el caso en 2011 y se cerró en 2015; se volvió a reabrir en
2016 y en estos momentos estamos a la espera de que se realice la comisión
rogatoria para interrogar a las dos personas que trabajaban en la tienda que
entregó la fotografía familiar que tenían en su poder los GAL. A la espera de
que la Justicia
francesa les tome declaración.
¿Tiene claro quién ordenó el atentado?
No. Claro que no. Tengo sospechas, indicios. En un principio pensé que
el responsable era José Amedo, sin embargo [el policia] López Carrillo hizo una
declaración en la Audiencia
que apuntaba a un agente francés que, junto al policía Rafael Barranco,
informaban de los objetivos a la Jefatura Superior de Bilbao y a Julen Elgorriaga.
Ahí empiezo a sospechar que hay otra línea que me lleva al cuartel de
Intxaurrondo, pero no se toma ninguna decisión, ni diligencia, ni
interrogatorios. Conclusión: no hay voluntad de esclarecer el asesinato.
Desde el Estado ¿se ha intentado entorpecer la
investigación?
Sí, estoy convencida de que sí, absolutamente convenciada. Me gustaría
saber quién está detrás del asesinato de Juan Carlos para que haya este pacto
de silencio, para que habiendo tantos indicios no sea posible avanzar, para que
no se quiera saber, para que no se quiera investigar, para que haya todo tipo
de obstáculos.
Se ha escrito muchísimo sobre los GAL pero ¿la
historia de esta banda está incompleta?
Muy incompleta, falta mucho para saber la verdad. Espero que se llegue a
saber toda la verdad. Yo ahora siento mucha impotencia. No tengo odio, no tengo
ánimo revanchista. Yo lo que quiero es saber la verdad. Siento impotencia por
no haber conseguido saber la verdad, no por verlos en la cárcel, porque ya 30
años después no podemos hablar de justicia... Decepción porque nadie haya
querido reconocer el daño causado y haya dado un paso adelante que diga cómo
fue y sigo esperando un reconocimiento público de Felipe González y de toda su
cúpula de Interior, de todos los que estuvieron implicados en los GAL. Y eso lo
sigo esperando y lo seguiré pidiendo.
¿Podrá perdonar?
El perdón del que tanto se habla para mí me es indiferente. ¿Qué me
soluciona a mí perdonar? Juan Carlos ya no vuelve, es un daño tan irreversible,
no sé. Yo prefiero hablar de colaboración con la Justicia. José
Amedo me ha pedido perdón varias veces por haber participado en los GAL y yo le
he dicho que le pido lo mismo que le pediría a los etarras, demuestrame que
estás arrepentido colaborando con la Justicia , contando todo lo que sabes.
¿Se siente una víctima de segunda, que el
Estado ha tratado mejor a las víctimas de ETA que a las de otras bandas?
Te diría que el Estado ha tratado a muchas víctimas de ETA muy mal. Las
víctimas de los 70 u 80 han sido las grandes olvidadas, se las ha tratado muy
mal. Mi queja no es por ser víctima de primera o de segunda, es porque
reconozcan el daño causado, que hagan un reconocimiento público. Ahora que ETA
ya no mata habrá que mirar el tema GAL. Yo pasaría página sin olvidar lo que
pasó, cuando se haya escrito y la hayamos leído. También habrá que hablar del
Batallón Vasco-Español y de otras vulneraciones de derechos humanos.
Y ahora que ETA ha abandonado la lucha
terrorista, ¿cómo ve la situación en el País Vasco?
Que ETA no mate está muy bien, pero es todo muy reciente. He estado muy
obsesionada con el tema GAL, pero desde que nació mi nieto hace cuatro años y
medio, ya no tengo esa obsesión. Voy a seguir adelante, no voy a tirar la
toalla, pero lo veo con más serenidad. Hay un manto de impunidad en todo esto
de los GAL, el señor X, el señor [Felipe] González, no ha pasado por el
tribunal. Algo que no se esclarece, que no sabemos todo lo que ocurrió se puede
volver a repetir.
Treinta años después ¿cómo se siente Laura
Martín?
Con mucha impotencia porque judicialmente estoy prácticamente en el
punto de salida. Siento mucha impotencia, pero no con odio ni con ánimo
revanchista. Me siento como que he defraudado a Juan Carlos por no haber podido
ir más adelante, llegar a saber la verdad.
Nuevas revelaciones apuntan a un fotógrafo como posible
colaborador de los GAL
El
asesinato del objetor de conciencia Juan Carlos García Goena el 24 de julio de 1987 sigue vivo. Las
investigaciones de EL MUNDO y de su viuda, Laura Martín,
siguen provocando avances en el procedimiento, que se centran en la posibilidad
de que un fotógrafo de Hendaya facilitase a los terroristas la instantánea que
acompaña esta información.
Los
últimos movimientos judiciales en la Audiencia Nacional para esclarecer la autoría material e
intelectual del atentado de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL)
se han centrado en la aportación de un informe pericial de José Manuel Susperregui Echeveste, ex decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación del País Vasco, donde concluye que «el fotógrafo no actuó
debidamente porque desde el punto de vista profesional debió entregar a la
familia la Foto
2 porque cumple mucho mejor con las expectativas propias del ritual
fotográfico. El hecho de que se incumpliera con el ritual significa que Foto 2
estaba destinada a otro recorrido diferente». Esa foto 2 (en la que la niña Maider no está enfadada) llegó a manos del
comando de los GAL que llevó a cabo el atentado mortal. El profesor Susperregui
Echeveste declaró en la primera semana de julio en la Audiencia Nacional
y ratificó el informe que había presentado la defensa de Laura Martín, viuda de
García Goena, el abogado Javier Gómez de Liaño.
Otra
de las aportaciones realizadas en las últimas fechas en este caso de los GAL
consiste en una serie de fotografías que el propio García Goena hizo con una
cámara fotográfica que adquirió en la tienda de Hendaya, desde donde partió el
fotograma que utilizaron los GAL, y donde se puede apreciar el interior de ese
comercio y una fotografía a su propia hija, Maider. Esas fotos y la cámara
están siendo peritadas por técnicos de la Guardia Civil para determinar que las fotos fueron
realizadas por la cámara adquirida por García Goena antes de su asesinato en
ese local.
Y
la tercera de las aportaciones al caso consiste en la localización de dos
colaboradores de la tienda de fotografía de Hendaya, de donde partió la
fotografía de la familia García Goena-Martín que llegó a los GAL.
Opinión:
Hace unos cinco años y con motivo de una Jornada
en la Universidad
de Barcelona tuve la oportunidad de hablar telefónicamente con Laura Martin.
Como era de esperar, comentamos durante mucho tiempo sobre las diferentes circunstancias
en el trato a diversas víctimas de los GAL en comparación a víctimas de ETA...
veo que el paso del tiempo no ha mejorado en nada la situación.
Todavía queda mucho por solucionar en el mundo de
la victimología terrorista.
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