13 julio 2017
El principio del fin
de ETA
José Maria Fuster-Fabra
Seamos claros, el principio del fin de ETA operativamente
hablando fue hace 25 años cuando en Bidart cayó su cúpula n¡ mientras planeaba llenar
de sangre las Olimpiadas de Barcelona, la capitalidad cultural de Madrid y la Expo de Sevilla, y eso se lo
debemos al General Rodríguez Galindo y a sus hombres de Inchaurrondo.
El final social de ETA sí es cierto que empieza hace 20
años, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, como venganza por la derrota
que supuso para los terroristas la liberación de Ortega Lara. Ese final social
se expresó por un lado en las manifestaciones gigantescas, pero también cuando
los hertzianas tuvieron nel gesto heroico en aquellos tiempos de quitarse las
capuchas, y cuando los que pasaron miedo fueron los propios batasunos mientras
los Ertzainas tenían que proteger las Erico tabernas.
Hasta entonces los que creíamos que ETA y Batasuna eran lo
mismo éramos cuatro gatos y los políticos dispuestos a apoyar leyes contra la
estructura social y económica de los terroristas eran una ínfima minoría.
Algunos jueces, algunos fiscales y algunos abogados de víctimas lo teníamos
claro, había que atacar la raíz, la sociedad lo entendió, los políticos lo
apoyaron, Batasuna fue ilegalizada, se acabó la Kale Borrocala Audiencia Nacional
Se legisló bien, policías, guardias civiles junto a otros
cuerpos de seguridad no dieron tregua, la sociedad y la justicia estaban detrás,
salvo lamentables excepciones por intereses políticos.
Opinión:
Agradezco a mi amigo Fusty que me remita los artículos que
escribe en La Razón
y así poder publicarlos en este humilde blog. De todo lo que escribe puedo dar
fe porque compartí todas aquellas épocas junto a el en la antigua Asociación de
Víctimas del Terrorismo, épocas en las que, evidentemente, no había ninguno de
los que llevan unos años intentando apropiarse del trabajo efectuado en
aquellos años… ni estaban ni quisieron estar, seguramente más preocupados en
hacer su vida privada y montar sus negocios sin preocuparles lo más mínimo la
situación de las víctimas reales del terrorismo.
Por suerte, la inmensa mayoría de víctimas tienen buena
memoria y la dignidad suficiente para saber quién trabajó (y aún trabaja) por
ellas.
Y es muy cierto todo el desarrollo de los acontecimientos
que explica Fusty, puedo corroborarlos todos, absolutamente todos… y otros que
se deja en el tintero, aunque espero que algún día pueda explicarlos.
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