09 abril 2018
Lazo azul
Picos Laguna
Me encanta la bulla de la mesa llena. De mis hijos, ya
señores, bromeando, haciéndome la comida, cantando conmigo, ciñéndome por la
cintura... De largas sobremesas. Me llenan la vida de momentos que busco
revivir con esas fotos que nunca quieren hacerse, porque sé que ya quedan pocos,
que sus idas y venidas de ahora, que quiero ver provisionales, acabarán siendo
reales y volarán de verdad. Se me hace difícil convivir con esa dualidad, con
ese corazón partido entre lo que debe ser y lo que uno quiere, con la vida
creciendo más rápido de lo que desearíamos.
Pararme a pensar en cómo he llegado hasta aquí y en cómo
hemos cambiado. O no. Nunca se sabe si estamos de nuevo en la balanza del
péndulo que nos lleva a historias pasadas por desterrar. Heridas que nunca
cerrarán, como el dolor ante una ETA que busca fechas para disolverse; de su
señal de muerte durante tantos años. Décadas de terror que tanto nos marcaron,
con el que difícilmente pudimos convivir con aquellas imágenes con las que
crecieron algunos de nuestros hijos con su lazo azul, y que hoy quiere
enterrar. Con más de 300 casos sin resolver, la mayoría de los años ochenta,
mientras aún se celebran juicios que apenas llaman la atención. Como el del
asesinato del comandante de Tierra Luciano Cortizo, en León hace 22 años y por
el que acaba de ser condenado a su autor Sergio Polo a 110 años de prisión. O
cuando acogen a quienes han cumplido condena como auténticos héroes en sus
pueblos.
Nuestra capacidad de olvido, o de perdón, no nos impide
recordar lo peor: el tiro en la nuca, los coches bomba, los disparos a
quemarropa y por la espalda a Manuel Giménez Abad, la matanza de Hipercor, las
de las casas cuartel de Zaragoza y Vic, la de la plaza de la República Dominicana
de Madrid, las mayores de la banda terrorista; ni los 829 muertos y miles de
heridos y damnificados; o las 86 víctimas de secuestros y los 38,5 millones de
euros pagados a cambio de la libertad; o ese mundo oscuro entre los gobiernos y
ETA. Y el miedo, el miedo infinito.
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